domingo, 20 de octubre de 2013

LAURA (PARTE V)

Llegó a casa dando un portazo. Dejó la caja encima de la mesa y Ana salió del baño con la fregona en la mano.

“Lau… eh… ¿Qué te pasa mi niña? ¿Por qué lloras?”
“No entiendo nada tía… En serio… ¿quién puede querer jugar así conmigo? Te juro que el otro día pensaba si en algún momento le he hecho daño a alguien como para que se vengue…”
“¡Por favor! Deja de decir tonterías… si tú no eres capaz de hacerle daño ni a un pollo…pero necesito algún dato más tía… ¿es por el paquete que ha llegado? ¿Qué era?”
“míralo tu misma…”

Ana abrió la caja y sacó el collar. Lo cogió y se lo puso a Laura en el cuello.

“Vamos a averiguar de que va todo esto, te lo juro”
“¿ahora jugamos a los detectives?... me voy a duchar tía… muchas sensaciones de golpe”
“vale, pero cuidado con el suelo, que está mojado…”

Ana hizo  un gesto con su cara de “Lo siento” y Laura entro al baño riéndose y moviendo la cabeza de lado a lado…
Puso música alta, y desnudándose no paraba de pensar en quién podría ser aquel tipo que quería hacerle daño…

“Naaa… aquel picha-floja era un cobarde como para meterse en mi casa… además no sabe ni si quiera que me he mudado… estará ocupado metiendo lengua…”

Ana, mientras tanto, siguió limpiando el desorden de la noche anterior…
Se puso a limpiar la mesa, cogiendo la caja y lanzándola hasta la cama que estaba a 4 metros más o menos… pero sin llegar a tocar la cama y cayendo directamente al suelo.

mieeeerda, luego la recojo”

Siguió limpiando el cristal de la mesa del salón mientras Laura salía del baño envuelta en 2 toallas: una al pelo y otra al cuerpo.


“¿estás mejor?”
“Mejor… ¿quieres un té?”
“si, genial”
“¿quieres dejar de recoger y esperar a que me vista y te ayude, porfa?”
“¡¡si ya esta!! Lo bueno de las casas pequeñas es que las limpias soplando”
“anda, haz tú el té mientras me visto”

Al entrar en la habitación cogió la caja que estaba tirada en el suelo…

“bueno, esto podemos tirarlo ya ¿no?”

Y al cogerla…

“pero… ¿qué? ¡ANA!¡MÍRA, VEN!”
“¿Qué tía, qué?… ¡ay mi madre!”

La caja al caer al suelo de golpe, había descubierto un sobrefondo con un sobre pegado.

“a ver…”
“¡¡espera! ¿Y si han echado veneno en la hoja como en la peli de “El nombre de la rosa?”
“¡Anda ya Ana! No me seas peliculera ¿eh?”
“¡Ooooh! Perdona, es que a mí nunca me había pasado esto antes, llámame rara… gente que entra en mi casa, collares que desaparecen y reaparecen después en cajas con compartimentos secretos… muy normal todo… pero la peliculera soy yo”
“shhh! A ver, ¡es una carta escrita a mano!
“¿qué dice…?”

Querida Laura:
Todos estos años has sido mi inspiración para muchas cosas, en realidad para las fundamentales de mi vida. Me enseñaste que los valores más importantes son la familia y el respeto, y que uno de los peores defectos que puede tener alguien es el egoísmo…

“¡¡qué fuerte tía, es alguien que te conoce!!”
“¡¡Ana!! Shhhhh...”

Me enseñaste que ante las situaciones difíciles, hay que sacar pecho y pelear como el mejor guerrero.
Como el guerrero que sabe que va a ganar la batalla.
Pero tu guerra ahora, es otra.
Otra diferente a la mía, cuando en esta batalla deberíamos estar juntos.
Siento haberte dado el susto del collar.
Y siento el desorden de los muebles, pero no me podían pillar porque me la cargaba.
No quise hacerte daño y si lo hice, lo siento en el alma…
Quise que comprendieras mi sensación.
La sensación de perder algo que realmente te importa, que necesitas llevar constantemente contigo para que te de fuerza, que te da esa seguridad única en los momentos de bajón.
Lau, tu eres mi collar… y me has dejado con la yugular al descubierto en la batalla más dura de mi vida.
Ya no soy guerrero, ya no puedo pelear sin mi escudo. Sin ti.
Reacciona.
Los sueños están bien… pero no vale cualquier momento…
Te quiero y te necesito.

“¿¿y YA??”
“ya… no pone nada más…”
“¡déjame la caja! Igual tiene otro compartimento que no hemos visto…¡¡EH!!¡¡LAU!! ¡¡VUELVE CONMIGO!!”

“Ya, si, si… eh… toma…”

No hay comentarios:

Publicar un comentario