miércoles, 6 de enero de 2016

SUELE PASAR...

Suele pasar que cuando estamos bien, normalizamos esa sensación como si fuera lo que toca. Como si ninguna otra cosa tuviese sentido… “¿cómo iba a estar si no? Tampoco estoy haciendo nada del otro mundo, simplemente estoy bien”

Suele pasar que cuando estamos bien, no nos fijamos en nuestros sentimientos y sensaciones, dejamos pasar el día y lo vivimos como uno más. Normalizamos esa sensación de bienestar y la transformamos en algo cotidiano.

Es cierto, mira tu día. Posiblemente nada excepcional para ti, nada diferente a los otros días, nada destacable…

Apagas el despertador pensando que suena 3 horas antes de lo que debería. Te levantas, desayunas, te preparas para el trabajo, esperas que el trafico te permita avanzar, te enfadas porque cada día es lo mismo…

Llegas al trabajo, aguantas la mala cara de tu compañero, cuentas las horas que pasan terriblemente lentas… Por fin acaba el día, te tomas un vino con los amigos, compartes lo “normal” que ha sido tu día y te vuelves a casa. Cenas y un día más.

Ahora piensa…

Suele pasar que cuando tenemos un día malo, añoramos toda la normalidad de nuestra rutina. La normalidad de nuestro “bien” ante un “¿cómo estás?” Esperar a que el trafico nos permita avanzar. Que suene tu despertador 3 horas antes de lo que te gustaría. Aguantar la mala cara de un compañero de trabajo… Pensar que no ha pasado nada excepcional frente a todo lo que te ha ocurrido en ese día gris.

Suele pasar que no nos damos cuenta de que lo que hace excepcionales nuestros días, no es lo original de sus planes, o la gente con la que te cruzas o lo novedoso de las situaciones. Lo que hace única nuestras vidas, es la simple posibilidad de vivirlas. Un atasco más, un respiración, un enfrentamiento, un paso, una sonrisa, un enfado, un “estoy bien” … Un día más.

La vida por vivir. Con mejores y peores momentos. Con el control de las decisiones, con sus errores y aciertos, sus consecuencias. Con la emoción de tener la posibilidad de seguir en esta aventura de vivir.

Suele pasar que para cuando te das cuenta, quizás ya ha pasado más vida de lo que te gustaría. Pero lo maravilloso de la vida es que siempre te permite reengancharte para disfrutar…


Normal. Es lo que suele pasar...

jueves, 3 de julio de 2014

SURFEA LA VIDA

Y entonces me planté.

Decidí que no podía seguir los mismos pasos de siempre.
Si quieres cambiar la meta, debes de cambiar el camino, eso es así.
Y empecé por lo fácil.

Busqué en mi cabeza cuáles eran mis sueños por cumplir, los más sencillos.

"Siempre quise ser surfera. Desde pequeña me he imaginado cogiendo las olas, con el sol de fondo, la vida en la playa, todos esos guapos surfistas, una vida sin preocupaciones, sin problemas..."

Y me puse a ello.
Me acerqué a la tienda de surf a comprar la tabla más bonita.
El neopreno a juego y la cera.

¡¡No esperé ni un segundo!!
Estaba feliz, a punto de cumplir una de esas cosas pendientes de mi vida.
Y me tiré al mar, sin tener ni idea, pero con la mejor de las intenciones...


"Pues está fría el agua, sí..."

No había muchas olas, pero las que había, conseguían que retrocediese todo lo avanzado...


"Paciencia. observa y aprende"

Había 4 chavales subidos en sus tablas, esperando la ola adecuada.
Y no acababan de lanzarse a coger ninguna.

Lo intenté un par de veces, pero sin éxito.
Pasadas 2 horas dentro del agua, tiritando de frío, sin olas a la vista y cansada de intentar imitar lo que veía, decidí salir.


"Pues vaya  coñazo bueno lo del surf..."

Frené en seco y entonces me dí cuenta.


"Aquí estás de nuevo. Tirando la toalla sin haber apostado de verdad"

Y no es el surf.
No es lo que te gusta o no te gusta.

Es tu manera de encontrar la respuesta a esa conclusión.
La manera en la que decidimos si algo se queda dentro o fuera de nuestras vidas, sin tan siquiera haber hecho una apuesta real.

Se que no quiero pasar de puntillas por la vida.
Se que tengo miedo a no acertar en mis decisiones.
Pero tengo más miedo a no ser capaz de tomarlas.

Asumo el riesgo y las consecuencias.
Decido y con ello gano y pierdo.
Sufro y río, pero sobre todo, VIVO.




lunes, 21 de abril de 2014

MI DESCONOCIDO...

Llueve.
Hacía tiempo que no escuchaba con atención la lluvia.
Era la hora.
Nuestra hora…

Miro por la ventana y ahí esta…
Sin paraguas, sin abrigo, sin preocupaciones aparentes.
13:03 a.m. 
Siempre se toma un descanso a esta hora.
Siempre descanso con él.

Cada día, a la misma hora.
Mi imaginación en su descanso…
Un desconocido capaz de parar tu vida.

Hace 3 años que las 13:03 es una hora prácticamente sagrada.
Y todo porque él es él.

No bajaré a saludar.
No disimularé mientras hago por cruzarme con él.
No me asomaré a la ventana descaradamente para que mire…
Si es él, me encontrará.

Busqué con la mirada a mi desconocido, sin éxito…
Miré el reloj:13:24 a.m.
Tarde.

Unas manos en mi cintura me giraron de espalda a la ventana.
Ahí estaba.
Mi desconocido perfecto.
Llevamos juntos 3 años y me niego a que sea otra cosa

“Pero, 3 años juntos… sois novios”
NO

Los novios se hacen daño, se relajan, entran en rutinas, discusiones y reconciliaciones…
Los novios se dejan y vuelven.
Tienen momentos maravillosos y nefastos…
Se juzgan, exigen, reprochan, se crecen, se creen imprescindibles y pierden.

Los desconocidos se muestran poco a poco y descubren todo con la sensación única e irrepetible de todas las primeras veces.
Se besan siempre por primera vez, se cogen de la mano por primera vez, hacen el amor por primera vez…

Los desconocidos, se conquistan y se esmeran.
Se ilusionan y proyectan.
Dudan y se colman de incertidumbre.
No hay desconocidos que se cansen de desconocidos porque sería imposible…

Seamos desconocidos que se conocen por primera vez, eternamente.
Porque al desconocer no recordaremos dolor, prejuicios, miedos o inseguridades…
Al desconocer, seremos libres de lo que fuimos y nos preocuparemos en quienes somos.

Por primera vez, seamos desconocidos que se quieren eternamente…

jueves, 17 de abril de 2014

ACTITUD...

¿Sabes esos días que te levantas sin ganas?
Esos en los que te gustaría que el mundo se olvidara de ti unas horas…
¿Sabes, esos en los que abres los ojos y piensas “madre mía, que largo va a ser el día”?
¿Ese es tu día hoy?

Probemos algo…

Levántate de la cama de un salto, no te arrastres.
Estírate con ganas, hasta marearte si hace falta.
Ponte música, esa que hace que te sientas en un videoclip.

¡Métete en la ducha y canta!
¿Recuerdas cuando eras pequeño, que te hacías cosas en el pelo con espuma? ¿hace cuanto que no lo haces? ¿Y a qué esperas?

Sécate con ritmo, a lo Demi Moore en Striptease…
MÍRATE
No, mírate bien… reconócete en el espejo.
MOTIVATE

Coge esa ropa especial, esa del “buen rollo”
Esa con la que te ves de “guapo subido”
“es que es para ocasiones especiales…” HOY es esa ocasión.
¿Hay algo más especial que tomar conciencia de ti mismo y de tu vida?

Sal con entusiasmo.
No pases por el suelo, PISALO.
Mira hacia arriba cuando camines…
“¿Ese edificio es nuevo?”
Probablemente lleva más tiempo ahí que tú…

Mira a la gente, no juzgues, solo observa…
Prueba a decir lo bueno.
Nos encerramos en las cosas que nos faltan, las que no nos gustan, las que nos dan rabia…
Seguro que encuentras cosas buenas en tu vida.

CONTÁGIATE de la buena energía.
Pensar en positivo es la mejor vitamina.
  
Hay problemas, millones, infinitos... 
El dinero, la gente, el trabajo, tu pareja…
Solucionarlos no siempre está en nuestras manos. 

Te va a dar igual lo mucho que te enfades, lo mal que estés o la pereza con la que lo afrontes. 
Seguirán ahí…
El problema es dejarse llevar por el problema.

¿Y si cambias tu ACTITUD?
Igual tarda lo mismo en solucionarse, pero se lleva de otra manera…


Prueba… Siempre estas a tiempo de volver a lo mismo.

sábado, 15 de marzo de 2014

El duende...

Esta mañana, si se puede llamar "mañana" a las 7 a.m de un sábado, mi perro y su despertador escatológico volvieron a hacer de las suyas. Cuando a Choco le entran ganas, le entran ganas y, como es lógico, hay que sacarlo.

He probado a pasearlo a las 2 de la madrugada, para ver si haciendo su último pis de la noche más tarde, se puede alargar el sueño del día siguiente. Pero no. Le gusta las 7 a.m por un tema suyo, de césped virgen y ambiente lóbrego...

Te levantas de la cama con el ojo medio abierto, a oscuras y buscando torpemente las zapatillas. Te coges el plumas, el gorro y sin quitarte el pijama, te dispones a enfrentarte al frío polar de la mañana, ese que muchos definen como "el fresquito del alba" que tú piensas "¿fresquito? Díselo a mi moquillo en forma de estalactita"

A favor de Choco, tengo que decir que no conozco perro más tranquilo y noble.

               - "¿qué haces Choco? ¡Venga! ¡Vamos que hace frío!"

Que te mira, con su culo posado en el suelo, y le falta decir:

                - "¿qué prisa tienes? Despacito se vive más feliz"

En plena "discusión" imaginaria con mi perro, algo se cruzó detrás de mí. Lo sentí, pero la verdad es que no vi nada. Supe que algo había pasado porque mi can, inmediatamente se levantó del suelo y empezó a gruñir.

Ahí es cuando sientes miedo... cuando sin saber qué pasa detrás, ves la cara/reacción del que tienes en frente, sea persona o perro.
Me giré ipso facto. No vi nada, pero Choco seguía gruñendo y mirando a la nada...

               - "¿qué ves chico? ¿Qué pasa?... Ojalá no me contestes, porque entonces si me meo del miedo..."

Intenté darle normalidad al asunto, cogiendo la correa con dominio y continuando con la marcha. Pero mi perro no estaba por la labor.

               - "Vamos Choco, que tenemos que volver a casa"

De repente, algo del tamaño de un gato sobre dos patas, me agarro del pijama.

               - "Disculpe señorita, el perro no se va a mover, creo que nunca antes había visto a un duende"

Me aparte de inmediato, solté la correa y salí por patas... mirando hacia atrás. Entendí porque el mejor amigo del hombre es el perro y no al revés, y un sentimiento de culpabilidad con mezcla de terror, recorrió mi cuerpo.

Frené en seco. Respiré y caí en la cuenta de que un tarado bajito me estaba vacilando. Y lo peor de todo, es que tenía a mi perro. Me di la vuelta con la seguridad de una folclórica y la culpabilidad de un despojo humano, capaz de soltar la correa de su perro al primer susto.

Observe que Choco estaba bien, y que aquel imbécil sostenía la correa. Mi perro estaba encantado con aquel desconocido. Y no es que Choco sea anti-social, pero en una situación normal, habría salido corriendo detrás de mí. (Lo que también me restó culpabilidad, yo era cobarde, pero mi perro un vendido)

               - "Eh, tú, suelta a mi perro... ¿pero de qué vas? Lárgate de aquí, no tienes gracia..."

               -"Tranquila malas leches mañaneras... ¿Sabes qué pasa? Me presente como me presente, todos hacéis lo mismo... Da igual si aparezco despacito o de repente. Si susurro o si grito, si vais solos o acompañados... Siempre salís corriendo y me insultáis, pero nadie se pone en el lugar del gnomo..."

               - "ya, ya ya... Dame esto"

Le quité la correa y antes de continuar con la marcha, Choco le dio un lametón, me miró y tiró para casa.

               - "loco de las narices... ¿y tú de qué vas eh? No era un niño ¿sabes? No todo lo pequeñito es bueno..."

FIN

Y así somos. Nuestra cabeza, un 99,9 % de veces reacciona así. Reacciona con la lógica y no con la curiosidad. Reacciona con la memoria y no con la posibilidad. Con un "es imposible" y no un "podría ser"...

Os contaré algo, era bajito, no un duende, estaba loco y vestía de verde, con un gorro y dando saltitos... Lo detuvieron por exhibicionista, porque a las pocas semanas decía que era Tarzán y enseñaba su liana colgante a las mujeres que paseaban por el parque...

Pero pensemos por un momento que hubiese sido un duende... Pensemos que de verdad hubiese existido...


Personalmente, me habría gustado más conocer a Tarzán.

martes, 21 de enero de 2014

EVIDENCIA...

Hoy me ha llamado especialmente la atención una palabra…
Si, así, sin más. EVIDENCIA…
Cada uno tendremos en nuestra cabeza lo que para nosotros significa, pero por apuntar algo:

“Por evidencia se entiende la certeza clara y manifiesta de una cosa, de tal forma que nadie puede dudar de ella, ni negarla…”

Vamos, lo que todo el mundo ve, lo que todo el mundo sabe, en lo que todo el mundo está de acuerdo…

Con ejemplos siempre se ve mejor...

  • ENCUENTROS EN EL TRABAJO

- “¡Hola guapi!”
- “eh, que pasa…”
- “UY UY UY… ¿Y esos humos? ¿Mal fin de semana?

Vamos a ver…
Si sabes que no me caes bien, si sabes que se que no te caigo bien, si sabes que no voy a seguirte la conversación, si sabes que para mí supone el mismo esfuerzo que para ti…
¿Por qué te empeñas en poner sonrisa y hacer preguntas que no vienen a cuento?
¡Ahórratelo!

Evidencia = NO NOS SOPORTAMOS

  • AMIGOS/AS

-          “¡Que morena estas tía!”
-          “me fui a la nieve… ¿qué tal las navidades?”
-          “Bien, aunque creo que me he pasado un poco con la comida… ¿no me lo notas?”


Es evidente que has engordado, se ve en los mofletes, en los brazo y en el culo...
Se ve en que llevas el botón del pantalón desabrochado…
Se ve, vamos.

Y aquí, ¿qué quieres que te diga? 
¡Lo que me estas pidiendo es que mienta! Bueno, eso, o estas poniendo la primera piedra para que nos dejemos de hablar... Porque las dos sabemos que como diga “pues sí, pero vamos, que esos son unos días de comer sano y hacer ejercicio…”
Se lía parda…

¡¡LO SABES!! ¿Para qué preguntas?

EVIDENCIA = QUIERES QUE TE MIENTA

  • ENCUENTROS CON PADRES

-      ¿Juan?

-      " Shhhh!! Que  desprietas al a vieja, un scretoooo, sssssssh, ven ven… ssssssss que man liaoo un poquito, y man debido ponr algonnnnn la copa, prque prque no he bebido na”

Por aquí, madres de España, creo que hemos pasado todos… incluso vosotras, y los que vendrán.

Yo lo veo así: Tu hijo, llega a casa, tarda 15 minutos en acertar dónde está la cerradura de la puerta y otros 15 en conseguir meter la llave; va dando tumbos por el pasillo y tropezando con todo lo que pilla, incluso lo inexistente…

A todo esto, tú, madre paciente, madre que solo hay una, lo estas viendo todo desde el final del pasillo…
Y aún así, en serio, ¿lo vas a hacer?

-          “¡Juan! ¿ESTAS BORRACHO?”

Ole tú. Claro que sí madre, OLE TÚ.

EVIDENCIA= LO SABES Y NO QUIERES VERLO


Desde aquí quiero hacer un llamamiento a la HONESTIDAD DE LO EVIDENTE…
Unámonos todos y consigamos que lo evidente, sea más evidente dejándolo en estado puro...
Poque ese estado, es el mejor.



sábado, 18 de enero de 2014

FALSOS MITOS DE MUJERES I

Mira, te voy a contar un secreto...
Igual no lo hemos hablado y te estás dejando llevar, mucho, por las pelis.
Pero, las cosas DE VERDAD, las auténticas... a veces gustan más.


Por ejemplo...
En vez de preguntar lo que crees que es "una buena pregunta que me va a sorprender" Prueba a preguntar lo que realmente te interesa. Eso sería emocionante...


No hace falta pedir un vino como si fueras "la leche"... sé el vino que me gusta. Me encanta probar vinos nuevos, pero no me haces ningún favor, así que esa sonrisa prepotente de "ja! y tu querías CUNE..." SOBRA... 


Lo de mirar a la boca todo el rato cuando hablo... Todos sabemos del falso mito de "si te miro a la boca, es porque quiero besarte" Me pone nerviosa, la verdad... Sobre todo si el tema del que estoy hablando es de mi perro muerto... Si vas a besarme, besame. Pero chico, yo que sé... no es el momento.



¿Por qué tardas en arreglarte más que yo?. Toooooodo ese rato que has estado encerrado en el baño, colocando cada uno de tus pelos con cera, no va hacer que me gustes infinitamente más... Cuando sales, no pienso "¡ay mi madre! Eres realmente hermoso después de este rato"... no... y además, sin ofender, tengo hambre y por un día me gustaría comer antes de las 5 de la tarde.

No hagas caída "sexy" de mirada continuamente... Es ridículo. Sabes a la que me refiero ¿verdad? 


Imagínate a George diciendo con la misma intensidad:

- "Nena, te quiero"
o
- "voy a sonarme"
No se...


No me gustan los "cari, churri, cielo, cosita, amorcito" ni ese tipo de motes... No creo que porque no tengamos uno nos queramos menos. Es más, no tener uno me parece mucho más romántico que tenerlo. Mi nombre está bien. Igual no es el nombre más bonito del mundo, pero es mío. 


Me gusta comer las hamburguesas con las manos. Las chuches que engordan y las pelis de miedo. Disfruto con la cerveza que da gases, las patatas fritas con ali-oli y el colacao antes de dormir. Y disfruto aún más con la gente que disfruta de eso. No me fastidies mi hamburguesa hablando de las horas de gimnasio que te vas a meter para bajar las calorías... NO ME IMPORTA


¿Me he explicado?


- Claro cari... Me han hablado de un vegetariano aquí al lado que tienen una cena baja en hidratos y proteínas, ideal para hoy... Tienes unos labios preciosos esta noche...